Preguntas frecuentes
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La terapia craneo-sacral CST (por sus siglas en inglés) es un enfoque suave y práctico que libera las tensiones profundas en el cuerpo para aliviar el dolor y la disfunción y mejorar la salud y el rendimiento de todo el cuerpo. Fue descubierta y desarrollada por el médico osteopático John E. Upledger después de años de pruebas clínicas e investigación en la Universidad Estatal de Michigan, donde se desempeñó como profesor de biomecánica.
Con un tacto muy suave, los practicantes liberan restricciones en los tejidos blandos que rodean el sistema nervioso central. La CST se usa cada vez más como medida preventiva de salud por su capacidad para reforzar la resistencia a las enfermedades y es eficaz para una amplia gama de problemas médicos asociados con el dolor y la disfunción.
Pocas estructuras tienen tanta influencia sobre la capacidad del cuerpo para funcionar correctamente como el cerebro y la médula espinal que forman el sistema nervioso central. Y, el sistema nervioso central está muy influenciado por el sistema craneo-sacro: las membranas y el líquido que rodean, protegen y nutren el cerebro y la médula espinal.
Todos los días su cuerpo soporta tensiones y tensiones que deben trabajar para compensar. Desafortunadamente, estos cambios a menudo hacen que los tejidos corporales se contraigan y distorsionen el sistema craneosacro. Estas distorsiones pueden hacer que se forme tensión alrededor del cerebro y la médula espinal, lo que da lugar a restricciones. Esto puede crear una barrera para el desempeño saludable del sistema nervioso central y potencialmente cualquier otro sistema con el que interactúe.
Afortunadamente, estas restricciones pueden detectarse y corregirse utilizando métodos simples de contacto. Con un ligero toque, el profesional de la CST usa sus manos para evaluar el sistema craneosacral al palpar suavemente las distintas ubicaciones del cuerpo para evaluar la facilidad de movimiento y el ritmo del líquido cefalorraquídeo que pulsa alrededor del cerebro y la médula espinal. Luego se utilizan técnicas de tacto suave para liberar restricciones en cualquier tejido que influya en el sistema craneosacro.
Al normalizar el entorno alrededor del cerebro y la médula espinal, la Terapia Craneo Sacral puede aliviar una amplia variedad de disfunciones, desde dolores crónicos y lesiones deportivas hasta accidentes cerebrovasculares y trastornos neurológicos.
Mientras que la validez de los ritmos cardiovascular y respiratorio es indiscutible hoy en día, durante mucho tiempo atrás la existencia de estos sistemas fue muy discutida por la comunidad médica de todo el mundo.
Desde 1970, el médico osteópata e investigador John E. Upledger D.O., O.M., ha propuesto la utilización del ritmo de otro sistema del cuerpo, el sistema cráneo-sacral, para mejorar las funciones corporales y ayudar a aliviar el dolor y el malestar.
El sistema cráneo-sacra consiste en las membranas (meninges) y el líquido cefalorraquídeo que rodean y protegen al encéfalo y la médula espinal. Esto se extiende hacia los huesos del cráneo, la cara y la boca y desde ahí llega al extremo inferior que es el sacro-coxis.
Ya que este sistema vital influye en el desarrollo y funcionamiento del cerebro y medula espinal, un desequilibrio o restricción en él puede ser la causa potencial de numerosas alteraciones sensitiva, motoras o neurológicas. Estos problemas incluyen dolor crónico, dificultades visuales, escoliosis, desequilibrios motrices y de coordinación, trastornos ene aprendizaje y otros desafíos a la salud.
La Terapia Cráneo-Sacral es un método suave de detección y corrección que refuerza los propios mecanismos naturales de autocuración para disipar estos efectos negativos del estrés en nuestro Sistema Nervioso Central. Además, la Terapia Cráneo-Sacral beneficia la salud general y la resistencia a las enfermedades.
Debido a los efectos positivos en tantas funciones corporales, la Terapia Cráneo-Sacral es practicada en la actualidad por una gran vaierdad de profesionales de la salud. Esto incluye médicos, osteópatas, quiroprácticos, dentistas, psicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, enfermeros, matronas, podólogos, posturólogos logopedas, quiromasajistas, acupuntores y un largo etcétera.
La historia de la Terapia Cráneo-Sacral data de principios del siglo XX, cuando el osteópata William Sutherland se enfrento a la inusual idea de que los huesos del cráneo estaban diseñados para permitir el movimiento. Durante mas de 20 años estuvo investigando sobre este concepto y finalmente desarrollo un sistema de examinación y tratamiento conocido como Osteteopatía Craneal.
En 1970, el Dr. John E. Upledger observó de primera mano el moviendo rítmico del sistema cráneo-sacra durante una intervención quirúrgica. Hasta entonces, ninguno de sus colegas ni tampoco ninguna publicación medica podían darle una explicación a su descubrimiento. Dos años después asistió a un seminario en el que se exponían las ideas de Sutherland así como algunas de sus técnicas.
Reuniendo documentación científica referente a la sensibilidad táctil, el Dr. Upledger llegó rápidamente a entender la existencia de un sistema en el que el líquido cefalorraquídeo fluye dentro de un saco membranoso que reviste por dentro el cráneo y el canal vertebral. Upledger acaba incorpora y refina con éxito las técnicas del Dr. Sutherland.
John Upledger se propuso con éxito confirmar científicamente la existencia del Sistema Cráneo-Sacrarl. En 1975 le pidieron que se uniera al Osteopathic College of Michigan Universtity como investigador clínico y profesor de biomecánica. Alli dirigió a un equipo de anatomistas, fisiólogos, biofísicos y bioingenieros para investigar y documentar la influencia del tratamiento en el Sistema Cráneo-Sacral.
Por primera vez fue posible explicar, tanto a nivel práctico como científico, la función del sistema cráneo-sacral. También demostraron como este sistema podría ser usado para evaluar y tratar disfunciones que afectan al cerebro y la médula espinal, así como una gran variedad de problemas de salud que antes eran incomprensibles.
El Dr. Upledger siguió trabajando en el desarrollo profundo y científico de la Terapia Cráneo-Sacral y Liberación Somato-Emocional hasta el fin de sus dias en 2012. En 1985, el Dr Upledger, fundó The Upledger Institute Inc. una clínica y centro de formación creado para enseñar al público y a los terapeutas los beneficios de la Terapia Cráneo-Sacral. Actualmente Upledger Institute con presencia en mas de 66 países sigue su misión investigadora y docente, siendo reconocido como el mayor proveedor de cursos de medicina complementaria que existe a nivel mundial; buscando desde ahí establecer la mejor medicina integral posible.
El Instituto Upledger España (cuya única sede está en Jerez de la Frontera), imparte los cursos del Dr. Upledger desde 1998 por diferentes ciudades de España contando en la actualidad con mas de 5200 alumnos.
En Terapia Cráneo-Sacral se usa un tacto muy suave para evaluar lar restricciones en el sistema cráneo-sacral. Esto es posible monitorizando el ritmo del líquido cefalorraquiedeo al fluir por el sistema. Si bien los practicantes experimentados pueden detectar este movimiento en cualquier parte del cuerpo, se siente mas fácilmente en el cráneo, sacro y coxis. Estos huesos están unidos a las membranas que hacen de continente para el líquido cefalorraquídeo.
Los efectos positivos de la Terapia Cráneo-Sacral se deben en su gran mayoría a la capacidad de autocorrección natural del cuerpo que busca la homeostasis. El profesional emplea sus manos suavemente para asistir este proceso homeostático y facilitar al cuerpo ejercer de mejor manera su labor de autorregulación.
La Terapia Cráneo-Sacral potencia las propias capacidades del cuerpo para autorregularse por lo cual ayuda a aliviar y/o paliar un gran número de enfermedades, dolores y disfunciones, incluyendo:
- Migrañas, Cefaleas
- Dolor crónico y/o agudo de cuello y espalda.
- Alteraciones motoras y de coordinación.
- Problemas de estrés.
- Desordenes infantiles, trastornos de aprendizaje, dislexia, TDAH, TEA, etc.
- Lesiones traumáticas cerebrales y medulares
- Fatiga Crónica
- Escoliosis
- Desordenes del Sistema Nervioso Central
- Trastornos Emocionales.
- Síndrome de Articulación Temporo-Mandibular (ATM)
- Síndrome de Estrés Post-Traumatico (TEPT-PTSD)
- Problemas ortopédicos
- Y muchas otras condiciones.
Hay ciertas situaciones en las que no se recomienda la aplicación de CST. De forma general estas incluyen condiciones en las que una variación y / o un ligero aumento de la presión intracraneal causaría inestabilidad. El aneurisma, la hemorragia cerebral u otros trastornos hemorrágicos graves agudos son ejemplos de afecciones que podrían verse afectadas por pequeños cambios en la presión intracraneal.
La respuesta al CST varía de individuo a individuo y de condición a condición. Su respuesta es únicamente suya y no se puede comparar con la de nadie más, incluso en aquellos casos que puedan parecer similares a los suyos. El número de sesiones necesarias varía ampliamente.
Ya que existe una gran variabilidad para la aplicación en según que condiciones de la CST, si tiene alguna duda póngase en contacto con nuestro director fernando@institutoupledger.com
Fue en 1970, durante una cirugía de cuello en la que asistía, que el médico osteopático John E. Upledger observó por primera vez el movimiento rítmico de lo que pronto se identificaría como el sistema craneosacro. Sin embargo, ninguno de sus colegas ni ninguno de los textos médicos en el momento pudieron explicar este descubrimiento.
Su curiosidad despertó, el Dr. Upledger comenzó a buscar la respuesta. Comenzó con la investigación del Dr. William Sutherland, el padre de la osteopatía craneal. Durante unos 20 años a principios de la década de 1900, Sutherland había explorado el concepto de que los huesos del cráneo estaban estructurados para permitir el movimiento. Durante décadas después, esta teoría se mantuvo en desacuerdo con las creencias de las comunidades científicas y médicas. El Dr. Upledger creía, sin embargo, que si la teoría de Sutherland sobre el movimiento craneal era realmente cierta, esto ayudaría a explicar y hacer posible la existencia del ritmo que había encontrado en la cirugía.
Fue en este punto que el Dr. Upledger se dispuso a confirmar científicamente la existencia del movimiento del hueso del cráneo. De 1975 a 1983 se desempeñó como investigador clínico y profesor de biomecánica en la Universidad Estatal de Michigan, donde supervisó un equipo de anatomistas, fisiólogos, biofísicos y bioingenieros en investigación y pruebas. Los resultados no solo confirmaron la teoría de Sutherland, sino que también llevaron a la aclaración de los mecanismos detrás de este movimiento: el sistema craneosacro. El trabajo continuo del Dr. Upledger en este campo finalmente dio como resultado el desarrollo de la Terapia Cráneo-Sacral y la Liberación Somato-Emocional ®.
La Liberación Somato-Emocional es un proceso cuyo objetivo es liberar a la mente y al cuerpo de los efectos residuales de traumatismos y experiencias negativas del pasado.
La Liberación Somato-Emocional fue creada por el Dr. John Upledger como parte de la Terapia Cráneo-Sacral para poder ofrecer al paciente/cliente un tratamiento integral y curativo.
El ser humano es una unidad cuerpo-mente-espiritu; los pensamientos, sentimientos y emociones conviven y habitan nuestros tejidos, visceras, sistema nervioso, así que también pueden ser la causa de diferentes trastornos en nuestro cuerpo y nuestra mente.
En la decada de los `70 John Upledger se propuso confirmar científicamente la existencia del sisstema cráneo-sacra. Aceptó trabajar como investigador clínico en el University College of Osteopathic Medicine of Michigan. Alli dirigió a un equipo de anatomistas, fisiólogos, biofísicos y bioingenieros, y fue junto al Dr. Zvi Karni (ingeniero en biología y biofísica) durante 3 años (1977-1980) con quien desarrollo el concepto de Liberación Somato-Emocional.
Una idea importante en este trabajo fue entender que cuando una persona es víctima de un accidente o lesión, la fuerza física del trauma entra dentro del cuerpo y si los mecanismos de autorregulación de éste no disipan enseguida esta energía física lo que corre es que la víctima trendrá en su interior esa fuerza del trauma. Cuando esto sucede es necesario que el cuerpo se adapte a esa «anormalidad». Lo que hace es aislar o «encapsular» la fuerza anormal y se le llama «quiste energético» (termino acuñado por el Dr. Elmer Green en el transcurso del trabajo de Upledger)
El cuerpo se adapta a la existencia de estos «quistes energéticos» o áreas en disfunción, pero le cuesta un esfuerzo extra; además, donde se localiza el quiste energético los tejidos del alterado su funcionamiento y el movimiento de los fluidos.
A veces, con el tiempo el cuerpo ya no puede seguir adaptándose a esa alteración y empiezan a aparecer síntomas y disfunciones que cada vez son mas difíciles de ignorar y suprimir.
Es importante destacar que el origen de un «Quiste Energético» puede ser físico, emocional, químico, energético y posiblemente de otros origen y que a menudo son una mezcla de varias naturalezas.
El factor mas determinante para que se forme un quiste energético es el estado emocional de la víctima en el momento del traumatismo. Cuando sentimientos no productivos predominan en la víctima en el momento que el que sufre las fuerzas de lesión externas, estas fuerzas probablemente serán mas difíciles de disipar y por lo tanto ser retendrán en el cuerpo en forma de quiste energético.
Cuando estos sentimientos son descubiertos y liberados la disfunción corporal y sus síntomas son libres para abandonar el cuerpo de la víctima.
Durante el Proceso de Liberación Somato-Emocional el terapeuta actúa como facilitador que coopera con el consciente y el no consciente del paciente/cliente. Para ello, el terapeuta estimula los aspectos positivos de la mente y el cuerpo del paciente y así puede ayudarle a expresar el contenido del quiste energético facilitando que recuerde y libere el hecho traumático y deje ya de guardarlo en el.
Esta facilitación es posible gracias a que el terapeuta ha completado la formación en Terapia Cráneo-Sacral / Liberación Somato-Emocional ® con el Instituto Upledger y tiene la experiencia y sensibilidad imprescindibles para localizar las zonas corporales donde se encuentran guardas esos recuerdos, sentimientos, traumas, etc y además tiene la preparación necesaria para acompañar al paciente con la palpación y el diálogo terapéutico que a menudo precisa el proceso.
Durante una sesión de Liberación Somato-Emocional, con frecuencia la persona reexperimenta sentimientos no productivos que a menudo son miedo, dolor, angustia, rabia, resentimientos, etc. relacionados con el incidente original del problema. La reexperimentación de los aspectos negativos del trauma es un excelente signo de que el cuerpo ha liberado al menos un parte, si no todo, del problema en cuestión. Cuando este tipo de reacciones ocurre, el terapeuta ayuda al cliente a que éste alcance un entendimiento, integración y una resololución productiva el evento en cuestión.
La Liberación Somato-Emocional no es Regresión, Psicoanálisis, Hipnosis, Catarsis o Inducción. El cliente está totalmente consciente y el terapeuta ayuda a que este se libere del contenido del quiste energético que le estaba alterando a nivel de su persona, de esta manera, el paciente podrá sentirse mas libre, este es el verdadero objetivo de la Liberación Somato-Emocional